Nosotros somos como el viajero que viaja sobre las aguas, por
tempetades , bajo tormenta, pero hay un lugar
donde nos podemos refugiar:
en Cristo Jesús , en El yo no veo tempestad alguna,
solo puedo ver resplandor
en donde quiera que mire, veo
resplandor, porque resplandor
hay en la casa de mi Señor.